Hipnosis en El Puerto de Santa María

• 1 Hipnosis El Puerto de Santa María
• 2 Servicios
  • 2.1 Dejar de fumar con hipnosis en El Puerto de Santa María
  • 2.2 Dejar de beber con hipnosis en El Puerto de Santa María
  • 2.3 Adicción al móvil con hipnosis en El Puerto de Santa María
  • 2.4 Adicción a las drogas con hipnosis El Puerto de Santa María

• 3 hipnosis para adelgazar
  • 3.1 ¿Porqué la hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María?
  • 3.2 ¿Cómo funciona la hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María?
  • 3.3 ¿Qué resultados tiene la hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María?
  • 3.4 ¿Qué más hacemos con la hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María?

• 4 Hipnosis en El Puerto de Santa María
• 5 ¿Cómo le atendemos en hipnosis en El Puerto de Santa María?
  • 5.1 CD en El Puerto de Santa María
  • 5.2 Hipnosis
  • 5.3 Envío de CD

• 6 Estadísticas de atención en hipnosis en El Puerto de Santa María
• 7 ¿Cómo podemos ayudarle en hipnosis en El Puerto de Santa María?
  • 7.1 Dejar de fumar con hipnosis en El Puerto de Santa María
  • 7.2 Dependencias en El Puerto de Santa María
  • 7.3 Terapia de duelo en El Puerto de Santa María
  • 7.4 Terapia para ludopatía en El Puerto de Santa María

• 8 Hipnosis en El Puerto de Santa María
• 9 ¿Donde está hipnosis en El Puerto de Santa María?
• 10 Cursos de hipnosis en El Puerto de Santa María
• 11 CD de hipnosis más vendidos en El Puerto de Santa María

Si lo que está usted buscando es una forma segura, estable y definitiva de adelgazar, nuestra terapia de hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María será la mejor opción que podrá encontrar para eliminar esos kilos de le impiden sentirse bien con usted mism@. El sobrepeso es un problema que afecta cada vez a más personas en España, puesto que comemos alimentos muy calóricos ricos en grasas y azúcares, mientras que al mismo tiempo nuestro estilo de vida es muy sedentario. Esto produce un aumento progresivo en la grasa corporal que se va acumulando principalmente en el abdomen, cartucheras (en la mujer) y michelines (en el hombre).

Esta reacción es genética, y nos programa desde nuestro nacimiento a acumular grasas cuando ingerimos más comida de la necesaria, al objeto de guardarla para los malos tiempos en que la comida escasee. Este gen (como tantos otros) ya no tiene el menor sentido actualmente, ya que en nuestro entorno social actual, ya no somo cazadores recolectores, por lo que la comida se encuentra en los supermercados y no en la caza, y naturalmente no es necesario cazar una gallina para comer su carne, por lo que el ejercicio empleado en cazar se ha perdido con los años.

La consecuencia de nuestro estilo social de vida en la actualidad, es que la cantidad de comida disponible (en el supermercado) es enorme. Los alimentos que usualmente se venden están elaborados de forma industrial con altísimos índices de grasa y azúcares para generar dopamina en nuestro sistema de recompensa (percepción de que está muy rico), y lo que es mucho peor, conseguir estos alimentos no supone ningún esfuerzo físico importante (únicamente pasar por caja). Esto hace que nuestra genética tenga una gran cantidad de grasas sobrantes para guardar, y gasta muy poca de ella, ya que la conducta es bastante sedentaria.

Nada se puede hacer para evitar que esta ancestral genética actúe de acuerdo a su programación. Naturalmente puede intentar sortearla con todo tipo de dietas y con la evitación de aquellos productos que son más calóricos. Esto funciona moderadamente si no fuera porque son episodios, es decir, la dieta durará una semanas (meses como mucho), y después volverá a sus hábitos alimentarios anteriores. Como es natural, el poco peso perdido se recuperará inmediatamente. Si usted hace una dieta agresiva, como sucede con muchas dietas milagro, pondrá en marcha el mecanismo de auto-protección y supervivencia, que es básico y se encuentra en nuestro sistema límbico, de forma que quemará el mínimo de grasas posibles, ya que percibe amenaza, y no sabe cuanto tiempo va a durar esta situación.

Con la terapia de hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María, lo que hacemos es luchar de forma eficiente contra esta genética, modificando sus hábitos alimentarios a un número específico de calorías, generando una aversión cuando se excede en la cantidad, que provoca una reacción de malestar abdominal y vómito, con lo que el cerebro aprende con rapidez, hasta que punto puede llegar en la cantidad de comida ingerida para no sentirse mal. Los hipnólogos somos muy creativos con estas aversiones alimentarias. Utilizamos desde bandas gástricas cognitivamente percibidas, sacientes cognitivos, percepciones de alteración gastrointestinal asociada al aumento de volumen estomacal tras una comida copiosa, y una larguísima lista de condicionamientos instrumentales asociados a alimentos específicos, bebidas específicas …. etc., etc.

Toda esta batería de moldeamientos de la conducta alimentaria que introducimos en la terapia de hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María obtienen resultados más que aceptables (muy superiores a cualquier dieta), que se mantienen estables en el tiempo, ya que el moldeamiento de la conducta alimentaria es un aprendizaje (como aprender a montar en bicicleta) que no se va a olvidar, puesto que a diferencia de la bicicleta, usted come todos los días (o eso esperamos).

Si la terapia de hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María terminase aquí, se podría aspirar a 5 o quizás 10 kilos de pérdida de peso (dependiendo del metabolismo y la envergadura), lo que usualmente es mucho menos de lo que usted ganó durante años y años de conducta alimentaria inapropiada y sedentarismo, es decir, jamás recuperará aquella «cinturita de avispa» (tallas 36 a 38 o 40 como mucho) de los 20 años, en los que la hormona del crecimiento hacía que no importase mucho lo que comía. Fuera lo que fuese lo que comía, lo quemaba. Los niveles de adrenalina de la juventud también ayudaban mucho, ya que en raras ocasiones se quedaba inmóvil en su casa durante una buena parte del día.

Si usted es un trentañero, cuarentón o cincuentón, sentimos comunicarle que la hormona de crecimiento se ha marchado, y una buena parte de la adrenalina también, por lo que su metabolismo se ha ralentizado mucho, suponemos que habrá notado que su forma de moverse es «más tranquila«. Por tanto, es necesario aportar al organismo el ejercicio físico que necesita para quemar las calorías que le sobran, y que de todas formas le van a sobrar, aunque los hábitos alimentarios hayan sido moldeados mediante terapia, ya que el metabolismo humano no ha sido genéticamente diseñado para moverse muy poco o nada. Todo lo contrario, en caso de que esto sucediese, toda la genética se volverá en su contra. Por ejemplo, a medida que cumple años, si no hace suficiente ejercicio físico, sus arterias se volverán más rígidas (especialmente si fuma), y como cualquier tubería, empezarán a a cumular sedimentos en sus paredes (arteriosclerosis). Al igual que seguramente le habrá sucedido al fregadero de su cocina, cuando la cantidad de sedimentos adherida a las pareces de la tubería de desagüe son elevadas, se atasca. En nuestro caso, el atasco no se resuelve bebiendo un desatascador que compre en el supermercado, como hace con el fregadero, sino que producirá enfermedades cardiovasculares. Cuando la arteriosclerosis es coronaria, el resultado inevitable es el infarto de miocardio.

También sentimos decepcionarle al comunicarle que cuando usted llega a estas edades, la naturaleza (genética) no está precisamente de su parte. Un simple ejemplo. ¿Porqué usted empieza a tener canas en los cuarenta (o antes)?. No es una anticipación genética para alentar el mercado de tientes para el cabello, sino que su canas, muy brillantes al sol, servían para avisar a nuestros depredadores (pocos, pero los hay) de quien es el viejo, y por tanto corre menos y se defiende peor. Es una especie de luz de alarma para avisar a los depredadores de que «vengan a por mi«. Estos genes ancestrales no valoran el conocimiento ni la experiencia que proporciona la edad. Sólo valoran la juventud, ya que la reproducción de la especie era prioritaria. Hoy hemos cambiado estas cosas totalmente debido a nuestro modelo social. Ya no hay depredadores … bueno si los hay, pero son muy vulnerables a la balas y los dardos narcóticos, y ellos lo saben. También han aprendido que muy raramente nosotros vamos solos, y que donde hay un humano, cerca habrá más que le defenderán, así que la experiencia les ha hecho aprender que es mejor dejarnos en paz, aunque tampoco pueden renunciar a su instinto cuando ven a un humano solito. También nos hemos pasado un poco con el tema de la reproducción de la especie. Otro ejemplo sin importancia. Alimentar la superpoblación humana con carne (por ejemplo de ternera) supone millones y millones de vacas que ya es imposible alimentar de forma natural, ya que no hay pasto suficiente, y liberan a la atmósfera miles de kilos de metano con sus «ventosidades» que fomenta el calentamiento global, y que a los humanos tanto nos gusta ya que también lo potenciamos con millones de tubos de escape y chimeneas, hasta que la subida del nivel del mar, hacha a perder nuestra hamaca con el daiquiri de piña, entonces deja de gustarnos.

Pues algo tan simple como aportar el ejercicio físico suficiente como para quemar las calorías que sobran, que de todas formas van a existir, por muy selectivo que sea en su conducta alimentaria. Esto es algo muy muy muy complicado en los humanos, que deben luchar contra su propia genética suicida de sedentarismo, que no deja de ser otra forma mediante la cual la naturaleza pretende deshacerse de usted, símplemente porque considera que ya es viejo. Debe saber que para nuestra genética ancestral 40 años ya es muy viejo. Naturalmente vive más del doble, pero debido al conocimiento científico acumulado en la medicina, no porque la naturaleza no haga todo lo posible por deshacerse de usted.

Así que luchar contra esta genética no es una tarea fácil. ¿Cómo lo hacemos entonces?. Bueno … nos aprovechamos de las muchísimas chapuzas de bajo coste en la evolución genética. Una de ellas, según muchos una de las peores, son las distorsiones cognitivas. Lamentamos muchísimo comunicarle que esta baratija evolutiva hace que lo que usted percibe de la realidad, y la realidad misma, no siempre sea lo mismo. Más aún, con alguna frecuencia, lo que percibe no tiene nada que ver con la realidad. Sólo es su forma de entenderla, y que es dependiente de muchos factores (aprendizaje social, aprendizaje emocional … etc.)

Así pues, arrancamos una de las peores y más detestables distorsiones cognitivas y la asociamos al ejercicio físico. No se asuste. Esto lo hace usted solit@ (sin nuestra ayuda) con mucha frecuencia. Concretamente estimulamos la percepción de apropiación, popularmente conocida como percepción del deber cumplido, y la asociamos a una actividad física apropiada a su edad. ¿Qué sucede cuando manipulamos su percepción cognitiva?, pues simplemente que si usted no ejecuta su actividad física se va a sentir mal, tanto psicológica como físicamente, y si la ejecuta se va a sentir bien. Esto no tiene nada de particular. Esta distorsión cognitiva la desarrollan ellas solas muchas personas que realizan ejercicio físico diariamente. Si un día se lo saltan, aunque sea para correrse una juerga con los amigos, no se van a sentir bien. Incluso más. Si la actividad física es muy exigente, como carreras de fondo (bastantes kilómetros) el cansancio físico resultante llegan a asociarlo ellas solas al bienestar (dopamina y serotonina) y se sienten muy bien (agotadas, pero muy bien. Tanto que ni siquiera lo notan), lo que convierte a muchos, en adictos a la larga a esa actividad física, puesto que el cerebro una vez conoce la recompensa dopaminergica, no renuncia a ella con facilidad.

Esta es una vieja y conocida distorsión cognitiva, socialmente utilizada hasta la saciedad. Sabemos de este «punto débil» de la cognición desde hace siglos y siempre la hemos potenciado de muchas formas, desde medallas, reconocimientos, ascensos … si produce dopamina, la recompensa funcionará. Exaltar el Ego como decía Freud (que aún no conocía la dopamina) funciona siempre. Y así era en efecto. El mecanismo de la recompensa, lejos de ser perfecto, ya que es otra baratija evolutiva, aunque es muy sensible a hacerse adicto a prácticamente cualquier cosa, hace su trabajo bastante bien y busca siempre la repetición. Si por cualquier razón no puede conseguirla se enfada (ansiedad).

De esta vieja y eficiente forma asociamos el placer y la recompensa a un ejercicio físico específico, que buscamos con su colaboración (debe gustarle al menos un poco) e inoculamos con ayuda de la hipnosis la percepción de deber cumplido asociada a la finalización de su tarea. No se enfade. No le manipulamos. No hacemos nada que usted mism@ no haga consigo mism@ constantemente, sólo le «echamos una mano» para asociar las cosas que convienen a su salud.

Naturalmente no le vamos a contar todos los «truquillos» (que muchos llaman psicología) que utilizamos los hipnólogos en hipnosis El Puerto de Santa María, pero sí podemos adelantarle que funcionan … y muy bien por cierto. Es verdad que tuvimos que estudiar durante años estos «truquillos» encerrados en unos edificios que algunos llaman facultades y bibliotecas, y también tuvimos que aplicarlos durante muchos años para obtener la pericia suficiente, pero tranquilos … ya le hemos «pillado el tranquillo» y hoy día lo hacemos bastante bien.

Así pues. ¿Le sobran unos kilillos y quiere deshacerse de ellos?. Déjenos hacer. Después de someterle a la hipnosis para adelgazar en El Puerto de Santa María, tal parece que esto funciona de maravilla, pero no. Lo que funciona de maravilla es la ilustración y la experiencia. Nos han salido muchas canas para obtenerlos, pero ya están en nuestra manos.